Respuesta a Antonio.

No sé si esto solventará alguna de tus dudas:
[1.-]
a) 
"El valor dogmático del Concilio Vaticano I, puesto que es infalible, alcanza la nota más alta que puede darse…"
cfr. p. Joaquín Salaverri, S.J.
Profesor de Eclesiología y de Historia de los Dogmas en la Universidad Pontificia de Comillas. Teólogo del Concilio Vaticano II.
b)
En la p. 63 de su "Carta abierta a los católicos perpelejos" (1985), monseñor Marcel Lefebvre recordaba las palabras:
i) tanto del card. Josef Suenens:
"El Concilio Vaticano II es el 1789 en la Iglesia… Nada puede comprenderse de la Revolución Francesa, o de la Revolución Rusa si se ignora el antiguo régimen a que ellas pusieron fin… De la misma manera, en materia eclesiástica una reacción sólo se juzga en función del estado de cosas que la precedió"
ii) como del "peritus" conciliar Yves Congar:
"La Iglesia hizo pacíficamente su Revolución de Octubre [de 1917]… La declaración sobre la libertad religiosa dice materialmente lo contrario del Sílabo".
c) 
Pero aún hay más:
i) En su "Iota Unum", Romano Amerio afirma que, durante el Concilio Vaticano II, Yves Congar:
"argumenta que la Iglesia de Pío IX y Pío XII ha concluido, como si fuese católico hablar de la Iglesia de éste o de aquél Pontífice, o de la Iglesia del Vaticano II, en vez de hablar de la Iglesia universal y eterna en el Vaticano II `[Porque, durante el Conclio Vaticano II, Congar, entre otros, tenía] "como programa saltarse los siglos, como confiesa el [propio] P Congar: ‘la idea consiste en dar un salto de quince siglos’… [Se trata del] "’ressourcement’, que pretende saltarse el desarrollo histórico de la Iglesia y ‘enjamber’ (como dice el padre Congar) quince siglos".
cfr. Romano Amerio: "Iota Unum", §53 y §319.
http:/www.statveritas.com.ar/Libros/IOTA_UNUM.zip
ii) Romano Amerio publicó su "Iota Unum" en 1986. Marcel Lefebvre publicó su "Carta abierta a los católicos perplejos" en 1985. Yves Congar murió en 1995. El card. Josef Suenens murió en 1996. Ni Congar ni Suenens desmintieron nunca lo publicado por Lefebvre y Amerio. De hecho, ni ellos ni nadie las ha desmentido nunca.
Aquí presento seis vínculos sobre Romano Amerio, catedrático emérito de filosofía de la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán y consultor teológico del obispo de Lugano, Angelo Giuseppe Jelmini, durante el Concilio Vaticano II:
Lefebvre admiraba "Iota Unum" hasta el punto de incluirlo como libro de lectura obligatoria en todos los seminarios de la FSSPX hasta el día de hoy. Sin embargo, Romano Amerio, autor del libro, no admiraba a Lefebvre. Creía que no debía haber desobedecido al Papa. Lefebvre, que lo sabía, no compartía la opinión de Amerio. Pero no se cansaba de alabar su libro.
El libro se puede descargar en formato Word 97 (los dos vínculos enlazan con el mismo texto):
Yo suelo guiarme por la versión inglesa:
Romano Amerio: "Iota Unum. A Study of changes in the Catholic Church in the XXth Centruy.", Kansas City: Sarto House, 2004 (1985), ISBN: 9780963903211k, 786 pp.

Es un libro muy serio, y no sólo por su extensión. Está escrito por un respetado catedrático de filosofía (http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/176565?sp=y) que fue perito del obispo de Lugano (Suiza), Angelo Giuseppe Jelmini (http://wapedia.mobi/it/Angelo_Giuseppe_Jelmini), durante sus trabajos en la Comisión Central Preparatoria del Concilio Vaticano II.
El libro sólo maneja documentación oficial o quasi-oficial de la Iglesia Católica de Roma, extraída exclusivamente de estas fuentes: Acta Apostolicae Sedis, Centro de informaziones e documentazione sociale, Enrique Denzinger: "Enchiridion Symbolorum": 1955 (http://statveritas.com.ar/Libros/Denzinger_PDF.zip), Dei Verbum, Gaudium et Spes, Humanae Vitae, Informations catholiques internationales, Lumen Gentium, l’Osservatore Romano, Optatam Totius, Patrologia Latina, Relazioni internazionalli, Sacrosantum Concilium, y Unitatis Redintegratio.
Está organizado en 42 capítulos divididos en 334 puntos. La dosis recomendable inicial para mí ha sido de 3 puntos al día. Leía más, claro. Pero no entendía nada, o no entendía lo suficiente.
Que yo sepa, nunca nadie (ni dentro ni fuera de la Iglesia) ha criticado este libro. Mucho menos, nunca nadie (ni dentro ni fuera de la Iglesia) lo ha condenado.
Las ediciones italianas, españolas, portuguesas, alemanas y francesas están todas agotadas. Ya no se encuentran ni en las librerías de lance. En algún caso, a veces aparece algún ejemplar en español. La última edición española (del 2003, ya agotada, claro) es ésta:
[2.-]
Aunque, efectivamente, "la FSSPX es una sociedad ilícita según el derecho canónico" que celebra "sacramentos ilegítimamente". Esa ilegitimidad está sujeta a un recurso que, habiendo sido presentado en forma y lugar, lleva más de treinta años esperando que se cumpla con su tramitación debida. En este caso, el silencio administrativo no prejuzga el contenido de la resolución.
[3.-]
Sin embargo, no "desobedece por sistema a la autoridad apostólica".
a)
Por eso sus seminarios reciben inspecciones de la Santa Sede. La Santa Sede es muy discreta en estos asuntos, que sólo han trascendido a causa de una homilía de monseñor Fellay en Buenos Aires con ocasión de la aprobación del "Motu Proprio".
Mons. Fellay es el encargado tanto de tramitar esas invitaciones para que se realizaran las inspecciones de los seminarios de la FSSPX, como de oír las conclusiones de los inspectores, que no siempre son los mismos ni tienen siempre los mismos superiores. Sin embargo, el resultado de esas inspecciones parece ser siempre el mismo: profesores demasiado jóvenes, libros demasiado viejos, clases demasiado atestadas.
Hasta ahora nadie ha sido capaz de responder a la pregunta ¿Qué significa "demasiado" referido a la juventud del profesorado, la antigüedad de los libros y el número de alumnos por aula?
La Santa Sede también suele ser muy puntillosa con lo que los demás dicen que ella hace o deja de hacer. Y, hasta ahora, nadie en la Santa Sede ha negado, ni oficial ni oficiosamente, las declaraciones públicas de mons. Fellay. Aún es más, si mons. Fellay hubiera mentido, seguro que alguien se habría sentido obligado a informarnos.
b)
Por otra parte, la asistencia a la misa dominical y la colaboración con las necesidades económicas de la FSSPX son formas válidas de cumplimiento tanto del precepto dominical, como del óbolo de San Pedro.
El documento fue publicado por "Una Voce" América:
Pero fue eliminado a inicios de 2009. Sin embargo, el texto todavía puede consultarse aquí:
Aún es más, respecto a este asunto todavía hay otro documento:
Cuya importancia es comentada aquí:
c)
En el mismo archivo de audio antes citado, monseñor Fellay narra una gran peregrinación de la FSSPX al Vaticano. En ella participaron más de 6.000 fieles católicos que rezaron, habiendo obtenido los premisos eclesiásticos necesarios, dentro de la basílica de San Pedro por las intenciones del Santo Padre y por la unidad de la Iglesia después de haber escuchado un sermón de mons. Fellay dentro la propia basílica. Como no cupo todo el mundo a la vez, hubo que hacer varios turnos y repetir el sermón varias veces. Mientras tanto, los que esperaban fuera rezaron varias veces el rosario en voz alta.
"A la Fraternidad -que llevó a Roma aproximadamente 6.000 peregrinos- se le concedió el libre acceso a las Basílicas romanas, incluida San Pedro, con la posibilidad de rezar y predicar; oficialmente, no se concedió el permiso para celebrar la Misa, pero en realidad Mons. Fellay -superior general de la Fraternidad– fue autorizado a celebrar la Misa en Santa María la Mayor, el 15 de agosto [de 2000](*). Y los obispos franceses hicieron lo mismo, autorizando casi en todas partes a los sacerdotes y fieles de la Fraternidad a beneficiarse de las indulgencias jubilares (**) en sus propias iglesias: así, por ejemplo, en París (para la Ascensión), en Mantes-la-Jolie (18 de junio), en Lisieux (14 de octubre), en Lourdes (29 de octubre), en Nantes, en Lyon… a menudo con la posibilidad de celebrar la Misa (***)."
*) La noticia, conocida por la mayoría, fue luego referida por Chiron en Alètheia nº 6, 19 de diciembre de 2000, pág. 1.
**) Sin embargo, en principio, los miembros de la Fraternidad, estando ‘excomulgados’, deberían ser excluidos de la posibilidad de lucrar las indulgencias…
***) Cfr. Carta a nuestros hermanos sacerdotes nº 8, diciembre 2000, Alètheia nº 6, 19 de diciembre de 2000, pág. 1.
Una imagen (8 de agosto de 2000) de los sacerdotes de la FSSPX en la plaza San Pedro, haciendo procesión para entrar en la basílica.
d)
El desgraciado asunto del nacimiento de la FSSPX tiene como causa necesaria, pero no suficiente, unos hechos cuyas consecuencias son descritas por los papas Pablo VI y Juan Pablo II:
El Papa Pablo VI, en su discurso:
i) del 7 de diciembre de 1968 (Osservatore Romano del 8) al Seminario lombardo en Roma, afirmó que:
"la Iglesia se encuentra en una hora inquieta de autocrítica o, mejor dicho, de auto demolición. Es como una inversión aguda y compleja que nadie se habría esperado después del Concilio. La Iglesia está prácticamente golpeándose a sí misma".
ii) del 29 de junio de 1972 (Osservatore Romano del 30), afirmó que:
"por alguna rendija se ha introducido el humo de Satanás en el templo de Dios… También en la Iglesia reina este estado de incertidumbre. Se creyó que después del Concilio vendría una jornada de sol para la historia de la Iglesia. Ha llegado, sin embargo, una jornada de nubes, de tempestad, de oscuridad".
iii) del 22 de noviembre de 1973 (Osservatore romano del 23), afirmó que:
"la apertura al mundo fue una verdadera invasión del pensamiento mundano en la Iglesia".
iv) del 17 de julio de 1975 (Osservatore Romano del 18), afirmó que:
"¡Basta con la disensión dentro de la Iglesia! ¡Basta con una disgregadora interpretación del pluralismo! ¡Basta con la lesión que los mismos católicos infligen a su indispensable cohesión! ¡Basta con la desobediencia calificada de libertad!".
El Papa Juan Pablo II, en su discurso del 6 de febero de 1981 (Osservatore Romano del 7), afirmó que:
"Es necesario admitir con realismo, y con profunda y atormentada sensibilidad, que los cristianos hoy, en gran parte, se sienten extraviados, confusos, perplejos, e incluso desilusionados; se han esparcido a manos llenas ideas contrastantes con la verdad revelada y enseñada desde siempre; se han propalado verdaderas y propias herejías en el campo dogmático y moral, creando dudas, confusiones, rebeliones; se ha manipulado incluso la liturgia; inmersos en el relativismo intelectual y moral, y por esto en el permisivismo, los cristianos se ven tentados por el ateísmo, el agnosticismo, el iluminismo vagamente moralista, por un cristianismo sociológico, sin dogmas definidos y sin moral objetiva".
cfr. Romano Amerio: "Iota Unum", §7 y §9.
http:/www.statveritas.com.ar/Libros/IOTA_UNUM.zip
e)
Aunque algunos acusan a la FSSPX de sedevacantismo, no creo que sea cierto. En una carta abierta a la FSSPX, el p. Jean muestra su enfado por la actuación de mons. Fellay respecto al diálogo con la Santa Sede:
"Ya que no tengo ninguna confianza en Monseñor Fellay, que cubre toda esta operación con su autoridad…"
Sin embargo, ese mismo p. Jean, que encarna la posición más radical dentro de la FSSPX, se siente obligado a defenderse de la peor calumnia de la que puede ser objeto un miembro de la FSSPX:
"Perdón por lo extenso de estas líneas, pero, que no se diga que estoy en contra de la FSSPX, que soy un sedevacantista, etc…"
[4.-]
Devoción filial a la Virgen, fidelidad al Magisterio, amor a la Iglesia, una, santa, católica y apostólica, amor al Papa, amor a la Santa Sede, rectitud de vida y situación canónica irregular: ésa es la situación a día de hoy de la FSSPX gobernada por mons. Fellay.
Por eso la FSSPX tiene tanto interés en terminar con su situación canónica irregular.
Tanto es así, que algunos de los presbíteros recién (2009) ordenados en la FSSPX decoran así las iglesias en las que celebran sus primeras Misas.
Sí: son estandartes de la Santa Sede.

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